Hoy todo va demasiado rápido y esto impide que seamos conscientes de lo útiles que pueden ser algunos instrumentos tecnológicos. La IA está cada día más presente en nuestros quehaceres diarios y si no, que se lo digan a las grandes empresas tecnológicas que se encargan de que así sea. Hoy día los datos lo son todo y ellas lo saben. Por eso, no hemos de estar ajenos a conocer lo que realmente implica usar IA y comprender qué significa usar un chat de inteligencia artificial generativa. Nuestro bienestar y salud pueden estar comprometidos si no somos conscientes de ello y saber usarlas se ha convertido en algo primordial en personas mayores si no queremos quedar excluidos.
El uso responsable de la Inteligencia Artificial requiere atender principios que aseguren respeto, equidad y bienestar social. Para ello, los proveedores de estas herramientas han de cumplir algunas consideraciones:
- Transparencia. Los sistemas de IA deben ser comprensibles y las personas deben saber cuándo están interactuando con una IA y cómo se toman las decisiones automatizadas.
- Privacidad y protección de datos. Se debe garantizar el cumplimiento de las leyes de protección de datos. La IA no debe recopilar ni usar información personal sin consentimiento informado previo.
- No discriminación. Los algoritmos deberían diseñarse para evitar sesgos que perjudiquen a grupos por edad, género, origen, nivel educativo o situación socioeconómica.
- Responsabilidad humana. La IA debe ser una herramienta de apoyo, no un sustituto de la ética o el juicio humano.
- Sostenibilidad social y ambiental. Promover un uso de la IA que favorezca el bienestar común y reduzca el impacto ambiental (por ejemplo, optimizando energía o transporte).
- Seguridad, control de acceso y gestión del riesgo. Proteger los sistemas frente a ataques o manipulaciones, garantizando la seguridad de sus modelos.
Por nuestra parte, los usuarios además de comprender cómo están diseñadas, hemos de ser conscientes de un uso ético y adecuado de la IA. Qué podemos tener en cuenta:
- Saber identificar cuándo una IA está incumpliendo o sobrepasando lo ético.
- Detectar acciones ilegales de otros o de la misma IA. Por ejemplo, cuándo recoge, procesa o comparte datos personales sin base legal, sin transparencia o sin garantizar derechos.
- Tener claras las acciones de una IA que sobrepasa la ética. Por ejemplo, cuando una IA
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- Recolecta datos sin consentimiento informado.
- No informa al usuario de que sus datos serán procesados por una IA.
- Comparte o vende datos a terceros sin autorización.
- No permite que el usuario elimine o corrija sus datos.
- Usa datos con fines distintos a los originales (por ejemplo, entrenar modelos comerciales con datos de salud pública).
- No anonimiza adecuadamente los datos antes del entrenamiento.
- Tener claro cómo protegerse:
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- Revisar las políticas de privacidad de las herramientas que usas.
- Desconfiar de apps o servicios que piden datos excesivos.
- Exigir transparencia: saber qué datos se recogen, con qué fin y durante cuánto tiempo.
- denunciar ante el organismo correspondiente.
- Disponer de programas de formación inclusiva y práctica que permitan la alfabetización digital a distintos niveles de la población.
- En el ámbito rural definir laboratorios rurales de innovación con apoyo y la mentorización de jóvenes que acompañan y enseñan sobre su uso.